Fecha

domingo, 3 de abril de 2011

Carta abierta.


Querido personaje. No sé cómo te llamas ni me interesa. Tampoco sé de donde eres, aunque por los quince segundos que intercambié conversación, si es que se le puede llamar así, puedo deducir cual es tu procedencia. Tú no sabías esto que te voy a contar, pero ya que hemos compartido palabras y algo más, te digo también que la noche del viernes al sábado en que nos cruzamos fue estupenda.

Imagen: joshuasilva.blogspot.com
Pero lamentablemente no se debió a tu presencia. No. Tú, "querido" desconocido, empañaste mi mejor noche en los últimos dos meses. Tú llegaste con tu "buenrollismo" y me preguntaste por un lugar de fiesta en el centro de Madrid. A ti te digo que si alguna vez llegases por casualidad a mi charco y lees esto, tenías que haberte dedicado a futbolista, macho.

Y te digo esto porque con los tres toques que diste con tu pierna izquierda alrededor de mi pierna derecha, conseguiste levantarme algo, y no precisamente a levantarme lo que tengo entre mis piernas. No, chaval. Lo que me levantaste vilmente fue la cartera. Me diste un palo de ochenta euros, pero eso no es lo peor. Me levantaste la tarjeta de crédito y documentación varia, que es peor. Pero eso todavía no es lo peor.


Imagen: lifeofscum.blogspot.com
Lo peor fue que me dejaste con tal impotencia y frustración que a los quince segundos de darme cuenta de que no eras tan coleguita me daban ganas de arrancarte la cabeza de un puñetazo, al más puro estilo "Finish Him" de Mortal Kombat. Me hiciste perder dos horas en la comisaría para poner una denuncia que sé que no me va a servir de nada. Porque sé que, aunque te encuentren, mi cartera puede que no aparezca. Y si aparece ésta, lo que seguro que no va a aparecer son los ochenta euros que llevaba dentro. Mangante es lo más suave que te puedo decir. Te importa un huevo izquierdo el resto de la gente y las consecuencias que pueda tener para esas personas los actos que cometes. Pero lo peor no es eso. Lo peor es que aunque encuentren mi cartera, aunque encuentren mi documentación y (esto ya es mucho decir) aunque encuentren mis ochenta euros en la cartera, y encima te pille la Policía. Aunque pase todo eso, sé que a la media hora vas a volver a salir por esa puerta a hacer lo mismo que me has hecho a mí, que no es más que joderme el día y los próximos que vengan, a otras tantas personas, sean turistas o no. Y eso sí que me jode. Me jode tener que perder dos horas en poner una denuncia y que el denunciado pueda salir tan campante en media...

Imagen: elencuentro.blogia.com

Por eso te digo, querido intento frustrado de Ronaldinho reconvertido en amigo de lo ajeno, que más te vale dedicar esos ochenta euros que me has levantado en comprarte una pelota y una equipación para así mejorar tu técnica futbolística, ya que así seguramente hasta puedas jugar en, vete a saber, un Rayo Vallecano, porque me dijiste que eras de allí (aunque entenderás que no me lo crea por tu acento y porque la gente de Vallecas es humilde pero no ladrona, como sí lo eres tú). Porque juro que si me vuelvo a cruzar contigo y vuelves con tus aires de coleguita a intentar hacerme lo mismo, igual hasta soy yo el que se ponga a dar toques, pero con tus pelotas.

Y yo sí que no tengo buena técnica. Soy más de punterazo.

Cordialmente.

Una frustrada victima de un carterista.

2 comentarios:

Guti dijo...

Que mala hostia se hace cuando pasan estas cosas!
En sanfermines suelen visitarnos, a parte de gente con ganas de pasarlo bien, carteristas de todo tipo: futbolistas, descuideros, corta-telas, etc.
Llevamos el dinero en el bolsillo delantero del pantalón, más que nada por no ponérselo fácil a esos "listos". Nada de carteras.
Siento haber tenido que leer eso y me solidarizo contigo.

Toño dijo...

Pues muchas gracias, Guti :)

Ahora creo que me pillaré una cartera con cadena jejeje.

Nos vemos :)